//
you're reading...
EL EDUCADOR SIGLO XXI

EL NEOLIBERALISMO EN LA EDUCACION


La ideología neoliberal hace notar sus garras en la educación cuando pregona la necesidad de privatizar la escuela y convertirla en una mercancía, pues según Milton Friedman la educación debe ser un mercado como cualquiera otro, porque no se justifica que exista un monopolio estatal de la educación,  esto es un perjuicio a los consumidores, puesto que ellos deben y pueden escoger las escuelas donde quieren que estudien sus hijos, por su parte el estado no debe imponer restricción alguna que se lo impida.

Para poder estimular este proceso, el estado debe crear auxilios educativos y entregárselos a los particulares, que los usaran donde mejor les parezca, que obviamente resulta ser la educación privada, gracias a toda la propaganda que a su favor se despliega en la sociedad[i], o el gobierno contrata con las instituciones privadas la educación de las clases menos favorecidas, que le quedan debiendo el favor al propietario del colegio o al politiquero que gestionó el contrato a cambio de unos votos. . Esa es una propuesta central del neoliberalismo educativo, que ya se aplica en gran parte de los países de América Latina, como en Colombia, Brasil y Chile.

Pero el proceso de mercantilización de la educación no viene solo, viene acompañado de la imposición de un nuevo lenguaje que empobrece conceptualmente a la educación en forma catastrófica: la escuela es una empresa, los rectores son administradores, los profesores son formadores de capital humano, los estudiantes son usuarios, los padres de familia son clientes y se exalta la noción gerencial de calidad como resultado de la lógica costo-beneficio. Según esta terminología la escuela no es un lugar en donde los individuos se forman culturalmente para la vida, es una empresa del conocimiento.

De manera coherente la finalidad clara y precisa de esta nueva empresa consiste en formar individuos competentes en el mercado. De allí que el aprendizaje es juzgado por su utilidad inmediata, o, según la jerga de los gurús de moda, por la empleabilidad que ella genere. Bajo esta concepción empresarial la educación se entiende como una actividad en la que se realiza una inversión a mediano plazo por parte de los padres de familia en sus hijos, con el fin de cualificar ese capital humano.

Por  supuesto, esa cualificación resulta más rentable si se hace en prestigiosas empresas educativas, sin importar si eso es cierto o no, porque éstas garantizan que al final del ciclo escolar sus hijos sean competitivos. Por ello, en la educación se ha introducido la noción de competencias, un término que en el lenguaje neoliberal corresponde a uno de sus significados en castellano, a enfrentamiento y disputa, y ese es el mismo sentido económico que se le ha dado a ese vocablo. Cuando hablamos de competencias en el sistema educativo, es evidente la intromisión de intereses económicos capitalistas en el ámbito escolar, pues evidentemente las que ellos avalan no son las que el pueblo necesita para actuar  como ciudadanos críticos y participativos, como hombres de bien al servicio de sí mismo, de su familia y de su comunidad.

El tipo de competencias que se exigen están referidas a cosas inmediatamente útiles, en términos laborales, según las lógicas de los empresarios. No se habla, en ninguna parte, de competencias relacionadas con la capacidad crítica, la autonomía personal, la toma de decisiones, el conocimiento histórico y social, el desarrollo humano sostenible, el respeto y el cuidado de los recursos naturales, la cultura autóctona y la formación humanística, porque esos son los saberes que se consideran inútiles, porque no conviene a sus intereses mercantilistas. Los saberes y destrezas que hacen competentes a una persona son los que facilitan la lucha en el mercado, para que allí se impongan los más aptos y los mejor relacionados con los nichos de poder[ii].

De la misma forma, se enfatiza que vivimos en una “sociedad del conocimiento”, en la cual el saber se convierte en una mercancía como lo advierten Drucker y Castells. Por eso, ahora se habla de las fábricas del conocimiento, en razón de lo cual las universidades ya no son centros educativos para formar individuos críticos, reflexivos, pensantes que conozcan sus derechos, sino que las instituciones universitarias deben ser factorías educativas, cuya meta es vender servicios y obtener ganancias[iii].

Lo paradójico del caso radica en que la tal sociedad del conocimiento es, en verdad, la sociedad de la ignorancia generalizada y por lo mismo la universidad del conocimiento es aquella en la cual se ha entronizado como norma la crasa ignorancia de profesores y estudiantes, porque “el espíritu del sabio enamorado del conocimiento ha pasado ya de moda, junto con el esfuerzo intelectual. Se conserva en las minorías, como siempre; pero en la mayoría, un título universitario es un posible trampolín hacia un nivel más alto del mercado de trabajo, no una garantía de refinamiento intelectual”[iv].

En la práctica, se fortalece una universidad de clase para formar a los sectores dominantes, los que van a dirigir el país, basta observar la procedencia de los tecnócratas neoliberales que han impuesto sus concepciones políticas y económicas en las dos últimas décadas. Ese círculo cerrado de universidades es el que da prestigio y competitividad, pero allí ingresan solo unos pocos. Las otras universidades seguirán existiendo como lo que son, garajes con acreditaciones arregladas por politiqueros para pagar favores electorales, sin rigor ni exigencia académica, destinados a sectores de la clase media que sueñan con ser algo más que técnicos o tecnólogos, sueñan con ser “profesionales” pero serán formados para no salir del montón o tal vez para ser “auto emprendedores” de su propia miseria. Para el resto de la población, que es la gran mayoría, se ofrece una educación para el trabajo, con la máscara de ser una educación técnica y tecnológica, que dura poco tiempo, es mediocre, no le cuesta al Estado y lanza al mercado a montones de trabajadores, aparentemente calificados.

Abogamos por una educación científica, de calidad e incluyente, capaz de responder a las exigencias que suscita la problemática nacional y con acceso para las clases sociales desfavorecidas.


[i] Milton Friedman y Rose Friedman, Libertad de elegir, Editorial Grijalbo, México, 1980.

[ii] Martha Nussbaum, Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades, Editorial Katz, Bogotá, 2011, pp. 174 y ss.

[iii] Carlos Sevilla, La fábrica del conocimiento. La universidad-empresa en la producción flexible, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, s.f.

[iv] Marina Subirats, “La sociedad del conocimiento y las dificultades de su producción”, en Gonçal Mayos y Antoni Brey (Editores), La sociedad de la ignorancia, Editorial Península, Barcelona, 2011, p. 98

Acerca de Ciro A. García I. (maestro ciro)

DOCENTE ESPECIALISTA EN PEDAGOGÍA. LARGA EXPERIENCIA DOCENTE Y ADMINISTRATIVA. CONVENCIDO QUE LA EDUCACION APORTA AL DESARROLLO HUMANO PARA ROMPER LAS BARRERAS DE LA INEQUIDAD Y LA EXCLUSION

Comentarios

5 comentarios en “EL NEOLIBERALISMO EN LA EDUCACION

  1. Eso es verdaderamente el significado del neoliberalismo. Es un sistema privatizador, fraccionario e individualista. Realmente un magnifico comentario .lo que lei. Gracias.

    Me gusta

    Publicado por Zet josquin | marzo 1, 2019, 8:28 pm
    • Primero Milton Friedman es liberal, el neoliberalismo no existe. Segundo, ojala fueramos Chile con la educación, acá tenemos la educación publica que es un desastre, y gratis no es, la pagamos todos. El socialismo funciona bien mientras haya dinero… de los demás. Cuando no hay mas dinero, porque fue malgastado, le hechan la culpa al salvaje liberalismo. Fijate qué hacen los paises ricos y desarrollados, copiemos eso, y no inventemos nada. Dejen de hecharle la culpa al neoliberalismo… que ni siquiera existe.
      El sistema de voucher funciona en Suecia, Irlanda, Chile, Hong Kong… fijate cómo le va a esos países. Acá seguimos adorando a Perón, el cancer Argentino.

      Me gusta

      Publicado por jose | septiembre 13, 2019, 10:28 am
  2. Buenas tardes soy estudiante de maestría en filosofía contemporánea y me interesa conocer más bibliografía en torno al tema, concretamente filósofos que muestren y denuncien el reduccionismo de la educación a factores económicos y rescaten una educación humanística.
    Gracias.

    Me gusta

    Publicado por Julio César González Ruiz | agosto 21, 2016, 11:23 am
  3. excelente articulo no soy docente pero amo la lectura y este tipo de temas gracias

    Me gusta

    Publicado por carlos flors | julio 15, 2016, 6:25 am
  4. Hacer entender a la futura generación de colombianos la importancia de conocer la historia socio-económica por la cual a atravesado su nación y las consecuencias que ha conllevado al goce de la misma, permitirá que dichos individuos reflexionen y acrecienten su dolor de patria ante los innumerables actos de inequidad que suceden a diario con el único objetivo de prolongar la hegemonía de la clase dominante. Solo el saber rompe ataduras pero si no hay voluntad personal para llegar a el, se ahonda la problemática existente ante la falta de capacidad critica y el respeto por los demás.

    Me gusta

    Publicado por carloshenao | junio 3, 2015, 9:01 am

Deja un comentario

OPINION

PUBLICADOS

Estadísticas del blog

  • 415.758 visitas